Y nos fuimos a la montaña a
buscar los planetas. Una semana esperando, aquí abajo, a que las nubes dieran
una tregua. No la dieron. Decidimos ir más arriba de ellas y llegamos a la
cumbre de la isla: los 2426 metros del Roque de Los Muchachos. Y allí
esperamos. Las nubes, bajo nosotros,
cubrían toda la isla. Por fin, el sol llegó a su ocaso y vimos brillar los tres
planetas alineados. Alguien no aficionado a la astronomía al ver esta foto podría
decir: y todo este viaje para esos tres puntitos que casi no se ven. Y no le contradeciría;
las fotos no reflejan lo que los ojos ven. Solo le invitaría a acompañarnos la próxima
vez que fuésemos a la noche en la montaña. Si no se sobrecoge, maravilla ante
lo que contempla hablaría con él de fútbol ;-)
Y nos fuimos a la montaña a
buscar los planetas. Una semana esperando, aquí abajo, a que las nubes dieran
una tregua. No la dieron. Decidimos ir más arriba de ellas y llegamos a la
cumbre de la isla: los 2426 metros del Roque de Los Muchachos. Y allí
esperamos. Las nubes, bajo nosotros,
cubrían toda la isla. Por fin, el sol llegó a su ocaso y vimos brillar los tres
planetas alineados. Alguien no aficionado a la astronomía al ver esta foto podría
decir: y todo este viaje para esos tres puntitos que casi no se ven. Y no le contradeciría;
las fotos no reflejan lo que los ojos ven. Solo le invitaría a acompañarnos la próxima
vez que fuésemos a la noche en la montaña. Si no se sobrecoge, maravilla ante
lo que contempla hablaría con él de fútbol ;-)
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