Durante el evento, capturé una multitud de fotografías (pueden verlas en el enlace adjunto), que fue particularmente difícil, ya que la luz era tenue y los colores y distintos focos hacían que hubiera una mezcla de dominantes casi imposible de atrapar. Hasta que llegó el esperado momento de inmortalizar la imagen que parecía inalcanzable. En primer plano, el grupo de distinguidos invitados; en segundo plano, el impresionante telescopio; al fondo, la majestuosa cúpula, y detrás de mí, en las alturas de la baranda, el equipo del WHT. Yo estaba en el suelo, tumbado junto a los pies de los invitados. Para añadirle un toque de desafío, la luz era escasa. A pesar de ello, creo que logramos capturar la foto que parecía imposible.
Gracias por la invitación. Regresar al viejo WHT y reencontrarme con viejos amigos fue una experiencia sumamente emotiva y significativa.