domingo, abril 29, 2007

Voynich


Hace algún tiempo encontré, leí algo sobre el manuscrito Voynich. Me resultó curioso, entretenido. Hace unos días estoy atrapado en "el castillo de las estrellas"; estupendo y entretetenido libro. Leí algunos comentarios, la sinopsis y lo compré. Y he vuelto a encontrarme con el manuscrito. En este vinculo están las extrañas, sugerentes ilustraciones del manuscrito. Hay foros, güebs en los que se investiga, discute, habla sobre el indescifrable Voynich. A medida que voy leyendo, cada vez me parece más una increíble broma, una magnífica falsificación.
En las páginas del libro encuentro a Kepler, a Tycho, a Roma, a jesuitas, entrelazados en viejas historias de Cosmos (Sagan), y a nuevos personajes Dee, Kelley, Kircher (el último hombre que lo sabía todo). Todos ellos en lugares conocidos (están en un capítulo en mi isla), imaginados o leídos. Una buena historia de Enrique Joven.

sábado, abril 21, 2007

Y estuve en StarLight

"Dios mío esta lleno de estrellas" D. Bowman (¿en 1967 o debería ser 2001?)
De eso se trata: de no perder las estrellas y tener que irnos a Júpiter para poder verlas ...

Unos días de "congreso" (StarLight 2007), conferencias, expos, alguna excursión, y muchas charlas en los pasillos y en la calle Real; que como casi siempre es lo mejor de "eventos" de este tipo.

Conocer gente de Buenos Aires, California, New York, Hungría, Chicago, Chile, etc... es "bueno". También, reencontrase con viejos amigos (¿qué tal la pijama party Carmelo ;-) ) y conocer otros nuevos (fantástico Raúl !).
Y de modo muy particular, tener la oportunidad de exponer un pequeño trabajo arqueoastronómico que pueda servir para contribuir, un poco, a la preservación del firmamento tal y como lo vieron los viejos awaras. (Jo! es la primera vez que me traducen simultáneamente al inglés ;-) ) ( y que sorpresa: allí estaba Belmonte uno de los mayores expertos mundiales sobre la materia)

¿Servirá de algo la "Declaración de La Palma" para la conservación del cielo? Si, seamos por una vez optimistas y digamos que si; por lo menos a la vez que se gestó esta conferencia se aprobaba una partida de euros importante, para adaptar todo el alumbrado de la isla, que aun no lo está, a la "ley del cielo". Y desde el punto de vista del ahorro energético, supongo que también contribuirá al cambio progresivo de las lámparas incandescentes por las de bajo consumo en todo el mundo.
Quizás también sea un comienzo, un empezar a proteger el cielo nocturno en TODAS partes. Hace 15 años, los poquitos, los muy poquitos que hablábamos de proteger el cielo (o trabajaban en protegerlo) éramos tomados por ingenuos por no decir otra cosa - verdad Federico - Ahora, por lo menos todos los 20 de abril serán "el día internacional de la observación del cielo".
Lo que no comparto es la actitud de la mayoría de los astrofisicos y trabajadores del Roque: deberían haber estado todos (por lo menos en el acto de clausura) para apoyar, aunque fuese "simbólicamente", la declaración. Durante la "conferencia" estuvieron pocos y la mayoría de los que estuvieron eran los gestores y administradores de los observatorios. Quizás sea por que estos si saben que es la sociedad la que les paga y les permite observar en lugares tan extraordinarios como el Roque. Lo que me hace constatar que muchos siguen en su "torre" y no devuelven nada a cambio de lo que les damos. No pueden quejarse.

Por lo que respecta a la organización: perfecta ! El equipo que la ha llevado a cabo lo hizo muy, muy bien. Atentos, al quite de todo, parecían que se han dedicado a esto toda la vida.

Lo que ha dicho la prensa regional ("versión electrónica") después de la clausura: DiarioDeAvisos, El Día, Canarias7, La Gaceta de Canarias, Abc Canarias.
Portada y artículos en la "versión en papel"
Internacional: DiarioHoy (Argentina)

martes, abril 03, 2007

El viejo de dientes sudorosos


Cuando escuché al sabio astrónomo, cuando las demostraciones y números fueron puestos en columnas ante mis ojos, cuando me fueron mostradas las cartas celestes y diagramas, para que las sumara, dividiera y midiera, cuando escuchaba al astrónomo dar su aplaudida lección en el aula, ¡ de pronto -inexplicablemente- me sentí fatigado y enfermo ! Hasta que, levantándome y deslizándome afuera, salí a vagar solo, en la mísitica átmosfera nocturna, y, de cuando en cuando, alzaba mi vista a las estrellas en perfecto silencio,